Publicado el 19 septiembre, 2003 Ante el peligroso avance de la obesidad, y las contundentes críticas que reciben
acerca de su calidad alimentaria, las grandes compañías de comida rápida
comienzan a entrar en acción. McDonalds ya está probando un menú compuesto
por una ensalada, un libro de ejercicios y un medidor del paso. Mientras que
Burger King, su más directa competidora, redujo a más de la mitad las calorías de
sus hamburguesas.