El estudio, publicado en la revista Science, se basa en un experimento
realizado con 20 personas, de las cuales la mitad eran obesas.
Todos los sujetos de la investigación se pusieron ropas interiores especiales, con
sensores electrónicos para controlar sus movimientos.
Los investigadores comprobaron que los participantes obesos se movían
aproximadamente 150 minutos menos al día que los demás. Como resultado,
quemaban 350 calorías menos.
Sin embargo, los científicos notaron que incluso cuando personas delgadas
engordaban o las obesas perdían peso, mantenían su estilo de vida
anterior.
Más de 300 millones de adultos de todo el mundo tienen sobrepeso y la mayoría
padece enfermedades como la diabetes, problemas de corazón y trastornos del
sueño.
Los investigadores señalan que no es necesario inscribirse en un gimnasio para
bajar de peso: basta correr, caminar o hasta mover los dedos de los pies con más
frecuencia.
Fuente: BBC.
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