A pesar del entusiasmo que puede generar esto en muchos, la mayor parte
de los chocolates que se venden en las tiendas y kioscos no tiene los flavanoles,
que hacen más amargo a su gusto. Los fabricantes han pasado años tratando de
perfeccionar la forma de quitarle el sabor picante a los chocolates y al
cacao.
«La mayoría de los chocolates, de hecho, no tiene flavanol», expresó Norm
Hollenberg, profesor de radiología y experto en flavanol de la Facultad de
Medicina de Harvard.
«Pero todos los chocolates son ricos en grasas y calorías. El chocolate es una
delicia. Puede y debería ser parte de una dieta prudente. Eso significa que uno
limita lo que ingiere», agregó.
El flavanol también está en otros alimentos, como el vino tinto, las uvas, las
manzanas y el té, aunque los granos de cacao son una fuente muy rica.
Los investigadores están entusiasmados por el potencial de los flavanoles para
prevenir las enfermedades cardiovasculares, que pueden causar ataques
cardíacos, apoplejías, diabetes, demencia e hipertensión.
Las enfermedades cardiovasculares se presentan cuando las arterias no tienen
capacidad de segregar una sustancia química fundamental conocida como óxido
nítrico. Al parecer los flavanoles revierten ese problema.
«La industria farmacéutica ha gastado decenas y probablemente cientos de
millones de dólares en busca de una sustancia química que revierta esa
anomalía», destacó Hollenberg. «Y Dios no ha dado el cacao rico en flavanoles,
que actúa de esa manera. Por lo cual reina el entusiasmo».
Hollenberg estudió a los indios Kuna, que habitan en América Central, unos
isleños que viven cerca de Panamá, y que fabrican su propio cacao rico en
flavanoles.
Los Kunas beben mucho cacao y no sufren de presión alta, con excepción de
aquellos que se fueron a vivir a la ciudad y comenzaron a beber el cacao
comercial que es pobre en flavanoles.
Fuente: AP.
Deja una respuesta