Los investigadores sometieron a una serie de preguntas sobre dieta
alimenticia a 433 mujeres brasileñas infectadas por HPV. Asimismo, se les realizó
un test para medir las condiciones del virus en cuatro diferentes ocasiones: al
comenzar el estudio, a los cuatro meses, a los ocho y a los doce.
En este sentido, la investigación resalta el importante papel que juegan una serie
de frutas a la hora de elevar los niveles de antioxidantes y de evitar que la
infección por HPV persista pudiendo dar lugar a un cáncer de cérvix (el cuello del
útero).
248 participantes presentaron una infección transitoria ya que dieron positivo en
sólo uno de los tests, mientras que otras 185 mostraron una patología persistente
(positivo en dos o más pruebas). Por otro lado, las mujeres del primer grupo
afirmaron tomar cantidades diarias más altas de dos tipos de nutrientes (beta-
criptoxantina, presente en las naranjas, por ejemplo, y
lutein/zeaxantina).
Asimismo, según apuntan los autores del estudio publicado en Journal of
Infectious Diseases, el consumo de vitamina C y de papaya, un alimento que es
muy rico en carotenoides, también redujo el riesgo de persistencia de la infección.
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