El gen funciona como receptor para el ácido gama amino butírico, un
neurotransmisor inhibidor que opera en el sistema nervioso central y transmite
mensajes químicos al organismo.
El hallazgo, publicado en la edición de enero de la revista Alcoholismo:
Investigación Experimental y Clínica, no sugiere que exista un gen específico y
único que cause el alcoholismo.
«Es probable que muchos genes influyan en el alcoholismo y actúen a través de
medios indirectos», dijo Danielle Dick, de la Universidad de Washington, en San
Luis, Missouri, quien encabezó el estudio.
«En otras palabras, no existe un gen que cause directamente que uno se convierta
en alcohólico, pero sí hay una serie de genes que aumentan los riesgos de
convertirse en alcohólico», agregó.
Dick explicó que ahora los investigadores podrán observar el desarrollo de
personas con diferentes variaciones del gen y determinar qué otros factores
contribuyen a que un individuo desarrolle adicción al alcohol.
El estudio fue realizado entre 2.282 personas de 262 familias con problemas de
alcoholismo entre sus integrantes.
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