El estudio, publicado por International Journal of Eating Disorders, evaluó a
80 sujetos. La mitad de los participantes tenía obesidad y el resto un peso normal.
Todos ellos fueron identificados a través de un cuestionario como afectados por el
síndrome de comer por la noche.
Tras comparar los datos de un grupo y otro, los investigadores observaron que no
existían muchas diferencias entre ambos, excepto que las personas sin obesidad
eran nueve años más jóvenes que sus compañeros.
Entre las similitudes se observó que ambos grupos compartían muchos hábitos
alimenticios y de sueño. Por ejemplo, tanto obesos como sujetos con un peso
normal tenían el mismo número de problemas para dormir, el mismo apetito por
la mañana y similar falta de control sobre su compulsión alimenticia durante la
noche. La gran diferencia fue la edad, los sujetos obesos eran nueve años
mayores y llevaban más tiempo sufriendo este trastorno, entre tres y siete años
más que los sujetos con un peso normal. Además, muchos de los comedores
nocturnos obesos informaron que pensaban que su tendencia a picar por la noche
precedió a su ganancia de peso.
Los resultados sugieren que el síndrome de comer por la noche es algo más que
una molestia que interfiere con un buen descanso nocturno y que conduce a
un aumento de peso, según explicó uno de los autores del estudio, el doctor
Albert Stunkard de la Universidad de Pennsylvania.
«Después de varios años comiendo por la noche, tendrás obesidad», esa es la
idea que este médico quiere transmitir y que se confirma con lo observado en el
estudio. Según este experto, las personas con este síndrome se levantan entre
una y cuatro veces durante la noche, y los aperitivos que toman equivalen a unas
300 calorías.
Debido a este trastorno, las personas se sienten frustradas por no poder controlar
sus ansias de comida, además sus horas de sueño disminuyen. Estos individuos
son completamente conscientes de sus hábitos alimenticios.
Aproximadamente, el 1,5% de la población tiene este síndrome, pero este
trastorno se ha detectado en más de un 15% de las personas obesas.
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