El Parkinson es una enfermedad degenerativa que conlleva la muerte de
neuronas, en una zona del cerebro clave para el control de los músculos. Entre
otros síntomas, el temblor de manos, brazos o piernas y la rigidez en el modo de
caminar impiden a estas personas llevar una vida normal. Se estima que sólo en
Estados Unidos se diagnostican cada año unos 50.000 nuevos afectados. Hasta el
momento no hay cura y la medicación sólo ayuda a controlar los
síntomas.
Al respecto, investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston
(Estados Unidos), han utilizado los datos de dos estudios, uno de ellos realizado
con 44.000 hombres sanos durante 14 años y otro con 98.000 mujeres durante 18
años.
El seis por ciento de los hombres y el cuatro de las mujeres consumió
regularmente antiinflamatorios no esteroideos (AINES) como ibuprofeno,
naproxeno o indometacina. El empleo de aspirina, otro fármaco que reduce la
inflamación, se determinó de forma separada. Tras el periodo de seguimiento, se
diagnosticaron un total de 415 casos de enfermos de Parkinson.
El riesgo de desarrollar la enfermedad neurológica se redujo un 45% entre
aquellos que consumieron un antiinflamatorio dos veces por semana y entre los
que tomaron al menos dos aspirinas al día, en comparación con los participantes
que no se medicaron con ninguno de estos fármacos.
Los investigadores estiman que se necesita tratar a 98 personas con fármacos
antiinflamatorios durante unos 10 años para prevenir un caso de
Parkinson.
«Los resultados de la biopsia sugieren que la inflamación está relacionada con el
desarrollo del Parkinson y hay evidencia experimental de que los AINES son
protectores de aquellas células que son selectivamente destruidas por la
enfermedad», explica el principal autor del estudio, el Dr. Honglei Chen.
La protección frente al Parkinson por parte de estos fármacos no se conocía hasta
ahora, lo que sí se sabía es que estos medicamentos tienen un efecto beneficioso
contra la enfermedad de Alzheimer. Las causas de estas dos patologías
neurológicas son desconocidas.
Sin embargo, los autores del trabajo, publicado en Archives of Neurology,
advierten de que, hasta que no se repitan estos resultados en otros estudios, es
demasiado pronto para recomendar el uso de antiinflamatorios para prevenir el
Parkinson ya que estos fármacos pueden producir sangrados gastrointestinales u
otros problemas.
Nota: Ante cualquier duda, consulte a su médico.
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