Esos hallazgos podrían hacer que la Dirección de Alimentos y Medicinas
reconsidere las normas que permiten en la actualidad a las compañías exaltar los
beneficios de reducir el colesterol en las etiquetas de alimentos basados en la
soja.
El panel también descubrió que ni la soja ni un componente de la soja, isoflavona,
reducen síntomas de la menopausia, o que la isoflavona ayuda a evitar el cáncer
de pecho, uterino o de próstata. Los resultados sobre si la soja evita la pérdida de
material óseo tras la menopausia fueron variados.
En base a esos hallazgos, el comité dijo que no recomendará usar suplementos de
isoflavona en alimentos o en píldoras.
Expertos en nutrición dicen que alimentos basados en la soja siguen siendo
buenos pues son con frecuencia ingeridos en lugar de comidas menos saludables,
como hamburguesas. Pero no tienen beneficios directos en relación a la reducción
del colesterol, uno de los principales factores de riesgo en los ataques
cardíacos.
En 1999, la Dirección de Alimentos y Medicinas permitió a los fabricantes que
pusieran en etiquetas de sus productos que los productos derivados de la soja
reducían el riesgo de ataques cardíacos. Un año más tarde, la Asociación
Cardiológica de Estados Unidos recomendó incluir la soja en una dieta baja en
grasas saturadas y en colesterol.
Pero, a medida que se hicieron nuevas investigaciones, la Asociación Cardiológica
decidió reexaminar el asunto. Los miembros del comité examinaron 22 estudios, y
determinaron que gran cantidad de proteína derivada de la soja sólo reduce el
llamado colesterol «malo» en un 3% y no tiene efecto alguno en el
colesterol «bueno», o en la presión sanguínea.
Fuente: AP
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