Preparación
1. Caliente 2 cucharadas de aceite en una cazuela y rehogue la carne picada a
fuego fuerte durante 10 minutos o hasta que se haya evaporado prácticamente
todo el líquido. Retire la grasa y reserve la carne. Luego baje el fuego al mínimo y
tras añadir más aceite saltee la cebolla durante 5 minutos, sin dejar que se dore.
Agregue el puré de tomate y cuézalo de 1 a 2 minutos; luego añada el vino, el ajo,
los tomates, las hierbas y la carne y cueza los ingredientes durante 1 hora o hasta
que el líquido se reduzca a la mitad.
2. Luego de preparada la pasta (*), divida la masa en cuatro trozos antes de
pasarla por la máquina de pasta, para darle un espesor de 1 ó 2 mm. Corte los
trozos en rectángulos de 10 x 12 cm.
3. En una olla llena de agua hirviendo con sal agregue un chorrito de aceite y
cueza la lasagna en tandas durante 2 ó 3 minutos o hasta que esté al dente.
Colóquela en un bol de agua fría, luego escúrrala y póngala entre dos
paños.
4. Escurra el queso ricota en un colador, luego mézclelo con la crema de leche y
los huevos en un recipiente, sazónelo, tápelo y resérvelo. Precaliente el horno a
temperatura media (190°C).
5. Extienda 200 ml. de la carne en una fuente resistente al horno. Disponga una
lámina de pasta encima, luego una tercera parte de la mezcla de ricota y una capa
de carne. Repita la operación dos veces y acabe con una capa de pasta cubierta
de carne. Después de cubrirla con los quesos, gratine la lasagna durante 45
minutos. Déjela reposar 20 minutos.
(*)
– Ponga la harina, la sal, el aceite de oliva y el huevo en un bol y bata con una
batidora eléctrica en series cortas hasta que se formen migas.
– Presione ligeramente la mezcla entre el índice y el pulgar para ver si está firme y
suave. De lo contrario, siga batiéndola un poco más.
– Vuelque la masa sobre una superficie enharinada y trabájela unos 2 minutos
hasta ablandarla. Envuélvala en film transparente y refrigérela 20 minutos.
Asegúrese de que la máquina esté fija y estable.
– Divida la pasta en dos o cuatro trozos. Tápela y trabaje con un trozo cada vez.
Aplaste la masa para conseguir una forma de rectángulo y pásela por la posición
más ancha de la máquina ligeramente enharinada.
– Doble la lámina en tres y pásela por la posición más ancha de la máquina. Repita
esta operación diez veces, enharinando ligeramente la masa y la máquina para
evitar que se pegue.
– Sin doblar, siga pasando la masa por posiciones cada vez más estrechas, hasta
pasarla por la más fina. Repita la operación con las restantes porciones de pasta.
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