Según Xenova, la compañía responsable de la vacuna, que también podría
ayudar a las personas adictas a la cocaína, hasta ahora está resultando ser
segura y está siendo bien tolerada.
Xenova explicó en el festival de ciencia de la Asociación Británica en la
Universidad de Salford que la vacuna actúa frenando a la nicotina o cocaína llegar
al cerebro.
Como resultado, estas drogas no son capaces de estimular los centros
neurálgicos del cerebro que provocan las ansias.
La vacuna hace que el sistema inmune produzca antibióticos que impiden que la
nicotina o a la cocaína lleguen a las venas por lo que no pueden viajar al cerebro.
En teoría, el medicamento también podría administrarse a niños a fin de evitar
que caigan en estos hábitos.
Sin embargo, según el doctor Campbell Bunce de Xenova, es muy difícil que la
vacuna haga desaparecer el ansia de fumar de forma inmediata. Tampoco hará
desaparecer los síntomas asociados con dejar los cigarrillos, como la ansiedad y
la depresión.
«Se espera que la presencia de anticuerpos reducirán el deseo de fumar un
cigarrillo y el deseo de fumar otro cigarrillo se verá aniquilado de manera
significativa», señaló el Bunce.
Deja una respuesta