Durante años el chocolate ha sido acusado injustamente de ser el principal
causante de acné en las personas, como también ser uno de los productos con
mayor riesgo de ocasionar sobrepeso si se lo consume en forma
exagerada.
Estudios científicos han demostrado que comer grandes cantidades de chocolate
no produce acné, sino que a lo sumo puede originar una reacción alérgica en
personas sensibles. Este tipo de alergia causa una irritación similar a las espinillas
en el área de la cara, espalda, ocasionalmente en los brazos, y en la parte
interior
de los muslos.
También se acusa a este exquisito bocado de subir el colesterol, deteriorar los
dientes y aumentar el peso.
Sin embargo, nadie habla de sus beneficios. Se sabe que comer un trozo pequeño
de chocolate hace subir los niveles de endorfinas, que son opioides endógenos
liberados en el sistema nervioso central que ayudan a mitigar el dolor.
La liberación de estos neurotransmisores también tiene un efecto gratificante, es
decir, que las personas se sienten más felices al comerlos. Por está razón algunos
aconsejan a los pacientes con depresión leve que coman chocolates.
Algunos afectos al chocolate aseguran que al comerlo sienten lo mismo que
cuando se enamoran y, de hecho, ciertas evidencias indican que cuando se
consume chocolate el cerebro elabora sustancias químicas muy similares a las
que generan sensaciones de placer.
También se sabe que el chocolate contiene flavonoides, unos antioxidantes que
podrían reducir el riesgo cardiovascular.
El chocolate contiene un 60% de azúcares, un 35% de materia grasa y un 1% de
proteínas sin contar con otros nutrientes como sales minerales, potasio, fósforo y
hierro. Al ser más ligera y dulce su composición disminuye el contenido calórico:
el azúcar contiene cuatro calorías por gramo mientras que la grasa posee más del
doble.
Además se ha demostrado que el chocolate no afecta el aporte de calcio de la
leche, por lo cual se lo puede dar perfectamente a los niños junto con la leche sin
alterar su nutrición, siempre que no se abuse de su ingesta diaria.
Los expertos coinciden en que el chocolate no presenta ningún riesgo grave a la
salud, siempre y cuando su consumo sea moderado.
Fuente: www.buenasalud.com
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