Con motivo de la celebración del «Día Mundial del Corazón», la organización
internacional con sede en Ginebra recuerda que el exceso de peso y la obesidad
son factores que aumentan considerablemente el riesgo de sufrir enfermedades
cardiovasculares, responsables de unos 17 millones de muertes al año.
Aunque tradicionalmente han estado ligados a los países ricos, la OMS también
alertó el último domingo de que el exceso de peso y la obesidad se
están «disparando» en las naciones pobres. Este fenómeno se explica por
diferentes razones, aunque especialmente por el aumento del contenido en
calorías y grasas de la dieta, así como de sal y de azúcar.
También influye, según la OMS, la tendencia generalizada de disminuir la actividad
física mediante trabajos cada vez más sedentarios y de los medios de locomoción
motorizados.
Según los cálculos de la organización internacional, más del 75 por ciento de las
mujeres de más de 30 años tiene exceso de peso en países tan diferentes como
Sudáfrica, Egipto, Estados Unidos, Malta, México o Turquía. Lo mismo ocurre entre
los hombres de Alemania, Argentina, Grecia, Kuwait, Nueva Zelanda, el Reino
Unido o Samoa.
Especialmente llamativa es la situación de los adultos en las islas de Nauru y
Tonga, donde nueve de cada diez tienen sobrepeso u obesidad.
Para la OMS, la extensión de estos problemas a los países con rentas medias y
bajas «hacen prever un incremento de las enfermedades crónicas en esos lugares
durante los próximos diez o veinte años, si no se toman medidas para
evitarlo.
El método más comúnmente aceptado para calcular el exceso de peso y la
obesidad es el que se basa en el «Indice de Masa Corporal» (IMC). Este índice se
calcula dividiendo el peso en kilogramos entre la talla en metros al
cuadrado.
Si su valor es superior a 30 se entiende que la persona tiene obesidad y, por lo
tanto, tiene un riesgo alto de padecer algún problema cardíaco, aunque a partir de
25 ya se considera que existe sobrepeso.
La Federación Mundial del Corazón también ha aprovechado la festividad del 25
de septiembre para lanzar una sencilla campaña de concienciación de la población
de los peligros que entraña el sobrepeso y la obesidad.
Esta agrupación se ha centrado en transmitir que la concentración de grasa en la
zona abdominal es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades
cardiovasculares y apoplejía.
Las personas que tienen grasa en el abdomen reducen entre cuatro y ocho años
la edad en la que es probable sufrir el primer ataque al corazón, señalan los
expertos.
Para ello, recomiendan a la población que se mida la cintura y que tenga en
cuenta que, según sus cálculos, si es superior a los 88 centímetros entre las
mujeres y a los 94 centímetros entre los hombres existe un alto riesgo de padecer
un ataque cardíaco.
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