La Asamblea Mundial de la Salud, en la reunión anual de los 192 países de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó unánimemente la Convención
sobre el Control del Tabaco, que había sido acordada por los estados miembro en
marzo tras años de duras negociaciones.
«Hoy, estamos actuando para salvar miles de millones de vidas y proteger la
salud de la gente en las generaciones venideras. Este es un momento histórico»,
dijo la directora de la OMS, Gro Harlem Brundtland.
El acuerdo busca prohibir o restringir la publicidad de cigarrillos, reducir el
consumo pasivo de tabaco, introducir advertencias más prominentes y controlar
la utilización de términos como «bajo contenido de alquitrán» en los paquetes de
cigarrillos.
Pugna además por medidas internacionales más severas contra el contrabando e
introduce el concepto de responsabilidad del fabricante.
«Lo que estamos haciendo hoy quedará escrito en negritas en la historia mundial»,
dijo el ministro de Salud de Mauritania, Ashok Jugnauth.
«Las próximas generaciones no sólo nos agradecerán, sino que también muchos
de ellos nos deberán la vida», expresó.
El acuerdo debe ser dirigido ahora al plenario de la asamblea de la OMS, pero su
aprobación es ya sólo una formalidad.
Para manifestar su respaldo, cerca de 50 ministros de salud hablaron en favor del
acuerdo, el primero preparado por la OMS. La Unión Europea, Japón y China
estuvieron entre los que anunciaron que firmarán el convenio.
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