La insuficiencia cardiaca congestiva es un problema cardiaco que puede
producirse después de un infarto de miocardio. Con la ICC, el corazón es incapaz
de bombear eficazmente lo que da lugar a un gran número de problemas, incluida
la acumulación de líquidos en los pulmones y en las piernas. Esta patología
generalmente se trata con fármacos que eliminan la retención de fluidos o que
ayudan al corazón a bombear mejor, además de establecer unos hábitos de vida
sanos y eliminar aquellos que perjudican gravemente al corazón, como el tabaco,
la obesidad o la sal.
En el actual estudio, la doctora Ornella Pastoris, de la Universidad del Estudio en
Pavia, Italia, y sus compañeros compararon la ingesta nutricional y el gasto
energético de 57 pacientes con ICC y de otras personas de características
similares pero sin este trastorno cardiaco. Todos los cardiópatas estaban estables,
no eran obesos y vivían en su hogar.
Los investigadores encontraron que la ingesta de calorías y proteínas fue similar
en ambos grupos. Sin embargo, en las personas con ICC el gasto energético total
era superior a la ingesta de calorías. Esto significa que tales pacientes pasaban la
mayor parte de su tiempo con muy poco o ninguna energía disponible para las
diferentes actividades de la vida diaria.
Los resultados, publicados en Journal of the American College of Cardiology,
sugieren que «los pacientes con insuficiencia cardiaca no comen suficiente para
satisfacer su necesidades energéticas», según afirman los autores. Además,
insisten en que sólo porque éstos consuman cantidades normales de calorías y
proteínas, no significa que esas medidas sean adecuadas para ellos.
Fuente: Reuters.
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