De acuerdo con un estudio publicado en la última edición de la
revista Diabetes Care, que edita la Asociación Americana de Diabetes, la
preocupación es especialmente evidente en los países pobres, donde ciertos
hábitos occidentales como la dieta rica en grasas comienzan a hacer acto de
presencia masivamente.
Esta proyección, llevada a cabo por un equipo de científicos británicos,
australianos y daneses, está basada en los registros de las Naciones Unidas sobre
esta patología. Y sus cifras no incluyen las tasas de diabetes tipo 1, una
enfermedad de tipo autoinmune que nada tiene que ver con la diabetes tipo 2. Es
esta última la que los expertos asocian directamente con la obesidad, el
sobrepeso y el sedentarismo o falta de ejercicio físico.
«Asumiendo que la prevalencia por grupos de edad se mantendrá constante en
todo este tiempo, la cifra actual de 171 millones de diabéticos se multiplicará por
dos en menos de 30 años, debido únicamente a los cambios demográficos»,
aseguró la doctora Sarah Wild, de la Universidad de Edimburgo (Reino
Unido).
«La carga económica y humana de esta epidemia es enorme», afirmó Wild, al
tiempo que ha realizado un llamamiento para llevar a cabo iniciativas globales
para combatir contra la diabetes tipo 2.
La principal preocupación de los científicos es la incidencia que la diabetes tipo 2
está adquiriendo en Oriente Próximo, el África subsahariana y la India, países
donde tendrá lugar el mayor incremento relativo.
Precisamente coincidiendo con la publicación de este trabajo, la Universidad de
Columbia (en Nueva York) ha dado a conocer otra investigación en la que se
alerta de que las enfermedades coronarias matan cada vez a más gente en los
países subdesarrollados. Según este trabajo, la comida basura, el tabaco o la
falta de ejercicio físico están costando la vida a miles de personas de edad media
en estas regiones del mundo.
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