La doctora Lindsay Allen, nutricionista del Departamento de Agricultura de
EE.UU., dijo en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la
Ciencia, que cada vez hay más evidencia de que la falta de carne y la leche
podrían afectar seriamente el desarrollo físico y mental de los menores.
Sus comentarios están basados en los resultados de un estudio sobre la niñez
pobre en Kenia, donde se demostró que pequeñas porciones de carne y productos
animales mejoraron el desarrollo físico y mental, aun comparados con niños que
recibían suplementos nutricionales.
Dentro de la comunidad vegetariana existen varios niveles. Aquellos que
consumen leche, queso y huevos se llaman lacto-vegetarianos. La dieta que
prohíbe todo producto animal se denomina «vegana».
La doctora Allen también advirtió que las mujeres embarazadas que siguen
cualquier tipo de régimen vegetariano podrían estar poniendo en peligro la salud
de sus bebés.
«Yo me atrevería a decir que es inmoral que los padres no provean a sus hijos,
sus hijos que están creciendo ya sea dentro del útero o una vez nacidos, con los
alimentos de origen animal que son tan necesarios para su desarrollo normal»,
enfatizó Allen.
Nutrientes como la vitamina B12 sólo se pueden encontrar en la carne o productos
animales. La falta de vitamina B12 puede tener serias consecuencias en los niños
en desarrollo. Puede causar daños neurológicos irreversibles y retardar el
aprendizaje y el habla.
Sin embargo, la Sociedad Vegan de Gran Bretaña rechazó las aseveraciones
diciendo que sus propios estudios demuestran que las personas que siguen una
dieta estrictamente vegetariana muchas veces son más saludables que los que
consumen carne.
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