El grupo médico encargado del estudio descubrió que las personas que
comen con normalidad mientras toman antibióticos se recuperaron de las diarreas
con la misma rapidez que los que limitan su dieta a caldos y alimentos
blandos.
«La idea es que los carbohidratos simples son más fáciles de absorber durante las
diarreas y que no las empeoran, y que semejante dieta sirve para reparar el
intestino y evitar síntomas persistentes», dijo Charles Ericsson, director del
Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Texas en Houston.
Sin embargo, en el estudio publicado en la revista Clinical Infectious Diseases,
Ericsson y sus colegas escribieron que la mejor forma de tratar la diarrea es
tomando antibióticos para eliminar cualquier bacteria que esté causando el
problema, pero aconsejaron seguir comiendo de manera normal.
«El tracto intestinal ha sufrido daños», dijo. Las paredes del intestino «necesitan
regenerarse y hay que proporcionarles calorías».
Esto significa que hay que seguir comiendo de manera regular, añadió. «Es más
importante comer que padecer un poco de diarrea».
El equipo de Ericsson comparó dos grupos de 105 estudiantes universitarios que
visitaron Guadalajara, en México, y tomaron antibióticos para combatir las
diarreas.
Los médicos pidieron a un grupo que siguiera una dieta blanda, pero permitieron a
los miembros del otro grupo comer lo que quisieran. A todos se les indicó que
ingirieran mucho líquido para impedir una deshidratación.
Los estudiantes que se limitaron a comer tostadas y a tomar caldo no mejoraron
más rápido que los demás.
Sin embargo, Herbert DuPont, del Centro de Ciencias de Salud de la Universidad
de Texas en Houston, recomendó ingerir determinados alimentos para evitar la
diarrea, como tostadas, alimentos con alto contenido de azúcar, cítricos y comidas
frescas.
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