Investigaciones preliminares indican que basta exponer los hongos blancos a
la luz ultravioleta para inyectarles una gran dosis de la vitamina. La
Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) propuso el estudio, que
cuenta con fondos privados.
Exponer los hongos en crecimiento o recién cosechados a la luz UV sería un
proceso fácil y barato si permitiera transformar el producto agrícola en una
singular fuente vegetal de la vitamina D, dijeron científicos y cultivadores. Sería
muy bueno para las personas que no consumen pescado o leche, que
actualmente
es la fuente principal de esta importante vitamina.
Un cultivador pronosticó que el proyecto piloto, después de mayores
investigaciones, dará a los consumidores una nueva razón para comprar hongos,
aparte de ser bajos en grasas y calorías.
La investigación hasta ahora revela que una porción de champiñones, la variedad
más común de hongo comestible, contendrá 869% del valor diario de vitamina D
después de estar expuesto durante apenas cinco minutos a la luz UV después de
ser cosechado. Eso es más de lo que contienen dos cucharadas soperas de aceite
de hígado de bacalao, una de las fuentes naturales más ricas y detestadas de la
vitamina, según los Institutos Nacionales de la Salud.
Los detalles se presentarán en los próximos días en el foro científico anual de la
FDA, que busca la manera de aumentar el consumo de vitamina D.
La luz del sol es una fuente importante de vitamina D, ya que los rayos UV
provocan la síntesis de la vitamina en la piel. Los hongos también la sintetizan,
aunque de otra manera. Se los cultiva en la oscuridad, y sólo se encienden las
luces durante la cosecha. Por eso, en la actualidad, contienen proporciones
ínfimas de vitamina D.
La falta de vitamina D está vinculada con el raquitismo y, según se cree
últimamente, con la osteoporosis, la enfermedad cardiovascular y la caída de
dientes, así como enfermedades como los cánceres de colon, seno y
próstata.
Fuente: AP
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