Tratar de dormir una hora más por la noche no repone tanto como esos 20
minutitos posteriores a la comida que hacen que te incorpores a la actividad diaria
con nuevas energías y totalmente despejado.
Si el mismo científico alemán Albert Einsten decía que la siesta refresca la mente
y estimula la creatividad.
Los especialistas en esta materia están a favor de siestas breves, no más de 20
minutos, ya que las más largas no son tan eficaces, pudiendo influir en el sueño
nocturno (y seguro que te levantas de mal humor).
Los beneficios de la siesta se han comprobado que son muchos, y no sólo para los
que la practican sino también para las empresas, hasta tal punto que muchas de
ellas han decido habilitar salas donde sus empleados se relajen tumbados en
sofás o butacas reclinables, equipadas con música suave, mantas, almohadas,
incluso tapones para los oídos.
Según estudios realizados por algunas empresas se ha comprobado que después
de una breve pausa o siesta, los trabajadores se incorporan a sus puestos con
más entusiasmo, siendo el rendimiento laboral más alto, mejorando incluso el
estado de ánimo. Durante este intervalo también se reactiva el estado de alerta y
concentración, por lo que los índices de accidentes y errores, cometidos por falta
de sueño o reposo, bajan.
Para finalizar, con referencia a una buena siesta, caben algunas
recomendaciones: procura no echarte nada más terminar de comer, eligiendo un
lugar donde el sol no esté presente y, por último, no la alargues demasiado, con
30 minutos como máximo te sentirás como nuevo.
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