Un equipo del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), Estados Unidos,
descubrió que los carbohidratos estimulan la producción de un químico del
cerebro llamado «serotonina». Esta sustancia controla nuestras emociones y su
escasez en el cuerpo puede provocar cambios en el humor y
depresiones.
El método Atkins se ha convertido en una dieta muy popular a pesar de las
reservas expresadas por algunos científicos sobre su efecto en la salud. Algunos
expertos temen que esté relacionado con la diabetes o que provoque daños en el
riñón a largo plazo.
Las medicinas que combaten la depresión están diseñadas para que la serotonina
sea más activa en el cerebro y mantenga su actividad durante períodos más
largos y así regule los estados mentales. Como los carbohidratos incrementan los
niveles de serotonina de forma natural, en realidad actúan como un tranquilizante
natural.
El equipo del MIT descubrió que el cerebro produce serotonina sólo luego de que
una persona come dulces o carbohidratos. Según la investigadora Judith
Wurtman, hay personas que necesitan más que otras sus dosis de carbohidratos
para mantener el buen humor.
La falta de carbohidratos puede tener un mayor impacto en mujeres que en
hombres porque las mujeres tienen mucha menos serotonina en el cerebro.
Según los estudios clínicos de Wurtman, si quien necesita carbohidratos en su
lugar come proteínas -la base de la dieta Atkins- se sentirá cansado, irritable o
pesado.
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