Este proceso se debe a un receptor que controla el gen, llamado LOX-1,
capaz de atraer y retener el colesterol de peores efectos, que es el
oxidado.
Con este hallazgo podremos identificar precozmente a los pacientes que tienen
más probabilidades de tener esta enfermedad y aumentar los esfuerzos
terapéuticos.
El trabajo fue desarrollado con 253 pacientes que sufrieron un infarto, y fue
controlado por científicos de las universidades de Tor Vergata de Roma y la de
Arkansas, EE.UU.
El estudio para identificar la mutación es muy simple a juzgar por los expertos. A
un costo de US $30 uno puede saber si es el portador de la misma.
Especialistas a cargo de la investigación aclararon que la mutación en cuestión no
implica el estar predestinado al infarto. Agregaron además que no se pueden
dejar de lado otros factores de riesgo como el tabaco, la dieta o la diabetes.
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