Se dice que el vinagre de manzana fue utilizado hasta por Hipócrates, el
padre de la medicina, en tratamientos naturales para la salud e incluso para curar
la obesidad.
Hoy se ha convertido en un producto de moda que se ofrece como diurético,
suplemento alimenticio y dietario. Los fabricantes recomiendan 1 a 2 cápsulas con
1 vaso de agua, 20 minutos antes de cada comida contundente.
Según el nutricionista de la Universidad de Chile Julio Espinoza, el vinagre de
manzana no tiene las propiedades como «quema-grasa» que se describen en la
publicidad, pero sí es tan beneficioso como comer frutas y manzanas en general,
y parecido al vinagre de uva.
«Es lo mismo que comer manzanas, por la fibra dietaria que éstas contienen. Eso
sí, puede servir en una dieta porque satisface más a la persona que lo come, y
por otro lado, arrastra algo de colesterol, lípidos y sales biliares que se forman en
base al colesterol, por lo que, de alguna manera, ayuda a bajar el colesterol»,
afirma Espinoza.
Debemos tener cautela ante la publicidad que nos asegura que una cápsula
bastará para sentirnos saciados; que combate la celulitis por sí solo y que quema
grasas y por lo tanto, adelgaza. La verdad es que puede ayudar como parte de
una dieta saludable, ya que ayuda a remover el flujo intestinal y favorece la
sensación de saciedad.
Además no es necesario comprar las cápsulas. Basta con usar el clásico vinagre
del frasco mezclado con agua o hacer uno casero, y también es muy
recomendable comer la fruta fresca, que proporciona vitaminas y minerales
necesarios en nuestra dieta.
Entre las propiedades de este vinagre, se menciona desde su alto poder
revitalizante para la piel y el cabello; además de su potencial como digestivo,
razón por la cual se lo vende como adelgazante.
Más información: http://www.ar.terra.com/salud/
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