Científicos de la Universidad de Tennessee en Memphis (EE.UU.) han
estudiado los efectos de las frutas y verduras en 56 niñas de raza blanca, que
tenían entre ocho y 13 años, durante un periodo de 12 a 24 meses. La principal
conclusión a la que han llegado es que estos productos fortalecen los huesos de
las chicas que los toman diariamente, en comparación con las que no consumen
frutas y verduras a menudo.
Además, los autores del trabajo, publicado en American Journal of Clinical
Nutrition, consideran que una dieta rica en dichos alimentos ayuda a reducir la
expulsión del calcio a través de la orina. Esta propiedad de las frutas y verduras
es especialmente importante porque el calcio es un elemento vital para la buena
salud ósea.
El equipo que ha llevado a cabo la investigación observó, en días alternos, la
cantidad de frutas y verduras que ingerían las participantes, utilizó rayos-X para
medir el tamaño de huesos y tomó muestras de sangre y de orina.
Los resultados de este estudio demuestran que las chicas que comían más
productos de este tipo tenían, en general, mayor masa ósea, pero el crecimiento
de los huesos fue especialmente significativo en la zona de la muñeca. Además,
las niñas que ingerían verduras y frutas expulsaban menos calcio a través de la
orina. Los investigadores creen que este último motivo es el que favorece, sobre
todo, el fortalecimiento de los huesos.
Sin embargo, el estudio no encontró diferencias en cuanto a la cantidad de calcio
ingerida entre las jóvenes que tomaban frutas o verduras más de tres veces al
día que entre aquellas que comían menos. Tampoco reflejó que la longitud de los
huesos, dentro del grupo que consumía más verduras, estuviera relacionada con
una mayor práctica de ejercicio físico.
La doctora Frances A. Tylavsky, una de las investigadoras, señala que el pico de
masa ósea -la máxima densidad ósea que puede alcanzar una persona- también
depende de factores genéticos.
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