Aunque parezca descabellada la relación, esta es la teoría de Jenny Graves,
una científica australiana que dirige una investigación conocida como el Proyecto
Genoma del Canguro.
«Los canguros hacen cosas muy inteligentes, particularmente en lo que se refiere
a reproducción. Por ejemplo, pueden conectar y desconectar su desarrollo
embriónico, y ésta es una condición excelente si vives en una tierra difícil y en un
clima incierto», dijo Graves.
Los canguros son de especial interés para los genetistas, porque producen tres
tipos diferentes de leche de acuerdo a la edad de su embrión.
Según Graves, la leche alimenta a embriones de canguros que ni siquiera tienen
desarrollados algunos de sus órganos, por lo que tiene un gran
potencial.
«La leche está llena de factores de crecimiento. Este tipo de leche podría ser muy
útil para alimentar a bebés pequeños y prematuros», señaló Graves ante la
Conferencia sobre el Genoma Humano que se celebra en Berlín.
El Proyecto Genoma del Canguro, que reúne a los más importantes genetistas
australianos, tiene como objetivo descifrar el genoma del marsupial en los
próximos cinco años.
«Comparar el genoma humano con el del canguro nos permite una mirada al
pasado, porque ambas especies compartieron un ancestro común hace 180
millones de años», dice Graves.
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