Así se ha dado a conocer en la conferencia anual del Cancer Research, la
máxima organización británica en materia de investigación oncológica.
Los datos proceden de un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido)
difundido recientemente. El trabajo atribuye parte de la responsabilidad de la
actual epidemia de cáncer a la obesidad, la dieta, el consumo de alcohol y,
fundamentalmente, al tabaco.
«El 5% de los casos de cáncer podrían evitarse si no hubiese obesos», señaló el
doctor Tim Key, director de la investigación. Según su explicación, el 30% de los
casos de cáncer están relacionados de alguna manera con el consumo de tabaco,
mientras que otro 25% puede atribuirse a una mala dieta y un 6% a la ingesta de
alcohol.
En la conferencia de prensa celebrada para dar a conocer las conclusiones de su
estudio, Key explicó que la obesidad incrementa el riesgo de padecer cáncer de
mama, intestino, útero y riñón; mientras que el alcohol se ha relacionado en
distintos estudios con los tumores de boca, garganta e hígado.
En estos momentos un panel internacional de expertos trabaja en la elaboración
de un ambicioso proyecto dirigido a aclarar qué alimentos pueden prevenir la
aparición de tumores malignos y cuáles juegan un papel más peligroso. Mientras
tanto, los especialistas siguen insistiendo en la importancia de llevar una dieta
sana.
Los primeros resultados de esta investigación, en la que se analizarán los hábitos
alimenticios de más de 500.000 personas en 10 países diferentes, ya han
señalado el ranking de países más fruteros. España y Portugal encabezan esta
clasificación, mientras que los ciudadanos de los países nórdicos (Noruega, Suecia
y Dinamarca) son los que menos piezas de fruta al día consumen.
La publicación de este trabajo coincide con otra advertencia hecha pública en una
reunión de expertos en cáncer gastrointestinal celebrada en Nueva Orleans
(Estados Unidos), y que asegura que el consumo abusivo de bebidas gaseosas
puede aumentar el riesgo de cáncer esofágico.
Según científicos del Hospital Tata Memorial de la India, existe una relación
directa entre el aumento del consumo de estas bebidas en los últimos cincuenta
años y la incidencia de este tipo de tumores. Pero no basan sus conclusiones
exclusivamente en factores estadísticos, sino que explican además cuáles podrían
ser los factores biológicos responsables de esta relación.
«Las bebidas carbonatadas provocan una dilatación del estómago que ocasiona
reflujo gastroesofágico, un problema que sí se ha relacionado con el cáncer de
esófago», expresó el doctor e investigador Mohandas Mallath.
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