Un estudio hecho sobre 8.000 italianos detectó que los consumidores
regulares de pizza eran el 59 por ciento menos propensos a contraer cáncer de
esófago, mientras que el riesgo de desarrollar cáncer de colon cayó un 26 por
ciento.
«Sabíamos que la salsa de tomate protegía contra ciertos tumores, pero
realmente no esperábamos que la pizza como un todo pudiera proveer una
protección tan fuerte», declaró en una entrevista el investigador Silvano Gallus al
diario La Repubblica.
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