El Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas sugiere que la culpa la
tienen la debilidad por el dulce de los brasileños, la falta de ejercicio y el
reemplazo gradual de alimentos tradicionales como el arroz y los frijoles por
alimentos procesados, como galletas y bebidas gaseosas.
«Comemos una dieta altamente calórica, rica en azúcar y pobre en alimentos
sanos», dijo en una conferencia de prensa Carlos Augusto Monteiro, asesor del
ministerio de Salud.
Además de esto, una gran parte de la población, en especial entre las clases
populares, lleva una vida sedentaria.
La proporción de hombres con exceso de peso se ha duplicado en los últimos 30
años.
En el mismo período de tiempo, el número de hombres obesos se ha triplicado,
mientras que se ha duplicado el número de mujeres obesas.
La Organización Mundial de la Salud define como personas con sobrepeso a las
que tienen un índice masa corporal entre 25% y 29,9%. Aquellas con un índice de
masa corporal por encima de 30% son consideradas obesas.
El estudio fue realizado entre julio de 2002 y junio de 2003 en 48.470 domicilios
en áreas urbanas y rurales del todo Brasil.
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