De acuerdo al estudio realizado por la consultora británica SPSL, la mayoría
de los hombres salen de compras «como si fuera una cacería». Los
hombres «saben lo que quieren y se mueven de manera estratégica como cuando
están detrás de una presa», según los psicólogos británicos.
Las mujeres, en cambio, primero echan un vistazo e inspeccionan pacientemente
lo que se les ofrece antes de decidir lo que van a comprar.
Según el estudio, las mujeres toman mucho más tiempo que los hombres para
realizar sus compras y además por lo general consiguen mejores precios. Ellas
por lo general se entusiasman más por la simple idea de ir de compras que por el
hecho de comprar.
De acuerdo a Tim Denison, que dirigió la investigación, estas actitudes están bien
enraizadas.
El estudio, del que participaron unas 3.000 personas, aconseja no salir de
compras acompañado con alguien del sexo opuesto.
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