- Cebollas siempre frescas. Las cebollas se deterioran muy fácilmente. Para evitarlo, córtelas y hiérvalas en agua durante 20 minutos. Luego se pueden guardar en la heladera, en un frasco esterilizado, cubiertas con aceite de oliva. Estarán frescas mucho más tiempo.
- Queso y humedad. Para evitar que el queso se ponga mohoso, coloque dentro de la quesera un recipiente con sal. Ésta absorberá la humedad y evitará la aparición de moho. Cambie la sal cada tres o cuatro días.
- Arroz más sabroso. Para obtener un arroz blanquísimo hay que añadir unas gotas de limón en el agua en el que se lo hierve. También saldrá más suelto.
- El truco del vinagre. Para evitar que se rompan las cáscaras de los huevos mientras se están cocinando, agregue un chorrito de vinagre al agua donde se van a hervir. Este consejo también sirve para hervir las papas en daditos, evitando que se pasen de cocción y queden demasiado blandas.
Consejos para una vida sana
Las frutas
– Las frutas deben ser parte importante de la alimentación diaria. Para aprovechar las fibras de las frutas, cómalas con la cáscara, cuando sea posible. El jugo tiene vitaminas pero no contiene fibra. Añada fruta a los cereales. Úselas también como postre al terminar el almuerzo o la comida.
Margarina x manteca
– La margarina, al ser de origen vegetal, no contiene el colesterol animal que ese deposita en las arterias formando la placa de ateroma (endurece las arterias), causante de infartos y ateroesclerosis.
Sal reducida en Sodio
– Esta sal reemplaza en un 66% el cloruro de sodio (Cl-Na) por cloruro de potasio (Cl-K). El sodio es contraindicado en las personas con alta presión, ya que es uno de los factores que la aumentan por ser un soluto que arrastra agua, generando así un aumento en la presión hidrostática de la sangre.
Vino Tinto Cabernet-Sauvignon
– Es aconsejable acompañar las pastas con un vaso lleno de vino tinto Cabernet-Sauvignon: Pero no más que eso, ya que sino pasa a ser perjudicial. Se elige el Cabernet-Sauvignon por ser el vino con mayor nivel de tocoferoles, precursores de la vitamina E, que es el mayor antioxidante del organismo. Los antioxidantes son importantes porque evitan la
generación de radicales libres que dañan todos los tejidos del ser humano.
No olvide consultar periódicamente a su médico.