Enviada por Laura Pedrerol
Ingredientes y preparación:
1 o 2 huevos
½ cucharadita de pimentón
1 cucharada de vinagre
Sal a gusto
Como olvidar a mi abuela Martina!! Si hasta se dio el gusto de vivir 100 años. Era
mi abuela materna y con ella me crié, nos malcriaba por supuesto y cuando
alguna comida no nos gustaba, ahí nomás preparaba estos huevos que nos
encantaban. Ella era española y vino a estas tierras a buscar futuro como tantos
otros, corridos por la falta de trabajo en sus países. Junto a su familia se
instalaron en Traslasierra y allí se dedicaron a trabajar la tierra.
A media mañana sabían volver y la madre les preparaba un refrigerio o lo que
sería un tentempié para aguantar hasta la hora de comer.
Ponía la sartén y en ella, con el aceite caliente, echaba el huevo, luego el
pimentón sobre el aceite, revolvía y le agregaba el vinagre. Ahí se producía un
ruido bárbaro, por lo que rápidamente le agregaba un chorro de agua. Todo este
jugo que se había formado inclinaba la sartén, y con una cuchara lo juntaba y
tiraba sobre el huevo hasta que en la yema se formaba una capita blanca
mezclada con el pimentón.
Por último, se ponía la sal y se servía. No podía faltar el pan, por supuesto, para
romper la yema y mojar el juguito.
El día de hoy los preparo, a mis hijos les encanta y también van aprendiendo a
hacerlos. Como ven, tal vez sea la receta más sencilla que reciban pero
inolvidable para mí. ¡Cómo olvidar a la abuela Martina!!!
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