Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad Washington, en San
Luis, encabezado por Luigi Fontana, publica hoy en la revista Archives of Internal
Medicine el resultado de una investigación realizada entre 18 vegetarianos con
edades comprendidas entre los 33 y 85 años y que siguen una dieta de alimentos
crudos.
Los participantes mantuvieron esa dieta por un promedio de 3,6 años, y su menú
excluye todo producto animal e incluye solamente alimentos crudos entre los que
se cuentan una amplia variedad de verduras, frutas, semillas, granos germinados
y legumbres con aceite de oliva.
Los investigadores compararon este grupo con personas que tienen una dieta más
variada con carbohidratos refinados, productos animales y alimentos
cocinados.
En ambos grupos, el equipo de Fontana midió el índice de masa corporal, la masa
ósea, la densidad mineral de los huesos, los indicadores de pérdida ósea, los
niveles de vitamina D y señales de inflamación como la proteína reactiva C y el
factor de crecimiento semejante a la insulina. Las personas con la dieta
vegetariana y cruda presentaron índices más bajos de masa corporal y de masa
ósea en distintas regiones del esqueleto.
Fuente: EFE.
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