Científicos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por
su sigla en inglés) dijeron haber descubierto que los consumidores que bebían té
negro durante tres semanas experimentaban una disminución de entre el 7 y el
11 por ciento en su nivel de lipoproteínas de baja densidad (LDL), también
conocido como colesterol malo.
No se sabe exactamente qué provocó la reducción del nivel de colesterol LDL en
los que bebieron té, pero se están haciendo pruebas para determinar si la bebida
disminuye la capacidad del cuerpo de absorber el colesterol LDL, dijeron
científicos.
El consumo de té no tuvo efecto en el nivel de lipoproteínas de alta densidad
(HDL), o colesterol bueno, según el estudio, realizado en un grupo de quince
personas.
Investigaciones previas sugieren que tener altos niveles de colesterol HDL reduce
el riesgo de ataque cardíaco, mientras que niveles elevados de colesterol LDL
aumentan el peligro de infarto.
Aproximadamente la mitad de las quince personas que participaron en la
investigación recibió cinco tazas de té negro diarias durante tres semanas,
mientras que los demás tomaron agua coloreada con sabor a té. Posteriormente,
los dos grupos intercambiaron sus bebidas por otras tres semanas.
Los niveles de LDL disminuyeron un promedio de 7,5 por ciento durante las tres
semanas en las que los individuos consumieron té en lugar del placebo, según los
investigadores.
Separadamente, los científicos también probaron otro grupo para descartar el
efecto de la cafeína. En ese grupo, 12 de los 15 individuos tomaron agua con
sabor a té con niveles de cafeína similares a los del té. Los que consumieron té
normal registraron un descenso en el nivel de LDL de 11 por ciento, en
comparación con los que tomaron el placebo con cafeína.
El estudio también controló las dietas de los participantes proporcionándoles sus
comidas diarias.
«Esto podría indicar que beber té con regularidad podría tener un efecto
beneficioso en la mayoría de la gente si se consume habitualmente dentro de una
dieta variada», dijo Joseph Judd, un químico del USDA.
El estudio fue publicado en el número de octubre de la publicación Journal of
Nutrition.
Deja una respuesta