Los índices de bulimia y anorexia que se registran en la Argentina triplican a
los de los Estados Unidos, según surge de un informe difundido por la Secretaría
de Salud porteña. «Argentina tiene, después de Japón, la mayor incidencia
mundial de anorexia y bulimia, enfermedades alimenticias que afectan a
alrededor de siete millones de mujeres y un millón de hombres en todo el
mundo», consignó el trabajo elaborado por la Red Interhospitalaria de Trastornos
de la Alimentación (R.I.H.T.A) de la Ciudad de Buenos Aires.
El mismo informe destacó que, en Argentina, el porcentaje de personas que
padecen estas enfermedades es 3 veces mayor que en Estados Unidos. La
aparición de estas enfermedades relacionadas con la alimentación se da
especialmente en la adolescencia, entre los 14 y los 20 años, ya que es una etapa
en la que el cuerpo se está desarrollando y cambiando abruptamente, y la imagen
mental que se tiene del propio cuerpo es más lenta que su evolución
biológica.
La red consignó también que, en la actualidad, se atienden aproximadamente a
400 pacientes y sus respectivas familias en los distintos equipos interdisciplinarios
distribuidos en los hospitales y centros de salud de la ciudad.
No obstante, los profesionales alertaron que la incidencia aumenta año tras año y
se ha extendido cada vez más entre los varones.
Además, la Red indicó que en un estudio realizado por el equipo del Hospital
Fernández -sobre una población de 114 casos que consultaron en forma
espontánea o fueron derivados al equipo- el 48 por ciento fue diagnosticado como
trastorno de la alimentación, es decir, 55 de los 114 pacientes atendidos
presentaron la patología. De esos 55 pacientes, 52 eran mujeres y 3 eran
hombres.
La edad en la cual prevalecieron estas patologías fue entre los 19 a 25 años,
mientras la edad prevaleciente en la anorexia es entre los 13 y 15 años. En tanto,
del 100 por ciento de los casos de los trastornos de la alimentación, el 27 por
ciento de ellos presentó anorexia, el 24 por ciento presentó bulimia y el 49 por
ciento presentó el trastorno de la alimentación no especificado.
Según José Luis Martínez, psicólogo del Hospital Fernández e integrante de la Red
Interhospitalaria «en estas patologías los aspectos, psicológicos, clínicos y
nutricionales están relacionados, como lo debe estar la interdisciplina en el
tratamiento».
Los trastornos alimenticios -anorexia, bulimia y trastornos de la alimentación no
especificados- constituyen una enfermedad grave en la que se desarrolla una
preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico. En este sentido,
según el informe difundido, los expertos estiman que «una de cada diez
adolescentes argentinas sufre algún desarreglo alimenticio».
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