Las nuevas recomendaciones que la OMS intenta publicar este miércoles
explican que el azúcar no debe representar más de un 10% de la dieta.
La recomendación es parte de un intento del organismo por delinear una
estrategia mundial de salud que prevenga enfermedades como la insuficiencia
cardiaca, la obesidad, el cáncer y la diabetes.
Sin embargo, la Asociación Azucarera de Estados Unidos (agrupa a los
productores y refinadores) reprochó al organismo de hacer
apreciaciones «injustas, incorrectas y confusas». Esta además aseguró que buena
parte de los riesgos señalados en el documento resultan exagerados.
El doctor Pekka Puska, director de enfermedades no contagiosas de la OMS,
señaló que los grandes intereses comerciales están tratando de
interferir.
Según Puska, la presión es «muy grande» porque el organismo tiene un gran
prestigio como fuente de información sobre salud.
«No creo que sea una estrategia muy inteligente de la industria azucarera, porque
la evidencia es demasiado contundente y el público cree en este mensaje», afirmó
Puska. Y agregó: «Creo que no tiene sentido negar los hechos y sería mejor que
colaboren».
«La comida es distinta del tabaco. Es necesario alimentarse y nuestro objetivo es
solamente cambiar los hábitos de consumo», concluyó Puska.
Por su parte, en una carta al director general de la OMS, el jefe de la asociación
de azucareros, Andrew Briscoe, sostuvo que «el dinero de los contribuyentes no
debe ser utilizado para apoyar reportes engañosos y carentes de bases
científicas, que no aportan nada a la salud ni al bienestar de los estadounidenses,
mucho menos al resto del mundo».
Briscoe mencionó un estudio realizado en septiembre por la Academia Nacional de
Ciencias, que no encontró evidencias concluyentes de que la gente sufriera
efectos nutricionales, si su ingestión de azúcar no excedía 25 por ciento de sus
calorías diarias.
El titular de la asociación dijo que su grupo «recurrirá a todas los medios
disponibles para exponer la naturaleza incierta» del informe.
Se supo que la asociación azucarera, que incluye a gigantes como Coca Cola y
Pepsi, amenazó con presionar al Congreso estadounidense para que quite los
subsidios a la OMS (que ascienden 406 millones de dólares) a si ésta no retira el
documento.
Fuente: AP y BBC.
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