Dejar la comida “chatarra” por la salud del niño

El incremento del consumo en niños y adolescentes de alimentos de alto
contenido de grasas y calorías, como son los que sirven en los negocios de
comidas rápidas, contribuye al aumento de enfermedades crónicas no
transmisibles. Este es el caso de diabetes no insulinodependiente, hipertensión
arterial, alteración en los lípidos sanguíneos (colesterol, triglicéridos) y
cardiopatías, entre otras.

“Los hábitos alimenticios de los niños deben estar acordes con su edad, estado de
crecimiento y actividad física. Para ello, los padres deben conocer la importancia
que tiene la educación nutricional”, afirma la doctora Coromoto Tomei.

Además, es importante recalcar que el alto consumo de bebidas carbonatadas a
base de cola y con cafeína disminuyen o retardan la absorción de calcio. Todo
esto forma parte de hábitos alimentarios distorsionados.

En este sentido, Tomei insiste en la importancia que tiene la educación nutricional
en los padres. La doctora señala que si continuamente es sustituido un buen plato
de alimentos por comida chatarra se lleva al niño al sobrepeso y luego a la
obesidad, además de producir trastornos químicos en el organismo.

Es importante tomar en cuenta, que en la infancia es cuando se desarrollan los
hábitos alimenticios y en mucho de lo que los niños aprenden a comer influye lo
que ellos ven de sus padres; es decir, el aprendizaje se debe en gran medida a la
imitación de los adultos cuando se sientan a la mesa.

La dieta de un niño debe ser variada y balanceada para poder estimular su
apetito, cubrir sus necesidades y enseñarle a comer de todo, de manera que sus
gustos varíen con el tiempo.

Una buena alimentación condiciona, entre otros, el crecimiento, el desarrollo, la
creación de defensas contra enfermedades, el desarrollo conductual y cognitivo,
el rendimiento escolar y la atención.

Tomei sugiere a las madres asegurarse de que sus hijos realicen “las tres
comidas principales sin excluir alguna de ellas: desayuno, almuerzo y cena, y
para que los períodos de ayuno no sean tan largos entre una comida y otra se
recomiendan hacer dos meriendas: una a media mañana y una a media
tarde”.

Las comidas deben incluir todos los grupos básicos de alimentos. La leche es muy
necesaria como fuente de calcio, pero su exceso tampoco es bueno porque
provoca saciedad y lleva a no consumir otros alimentos indispensables como las
legumbres, las pastas y los cereales.

Nota: Ante cualquier duda, consulte a su médico.

Publicado en: Novedades

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